Es aquel producido en la imaginación del paciente. Si el efecto
farmacológico es el efecto real, el efecto placebo es el efecto imaginario. Sin
embargo, a pesar de su origen, el efecto placebo puede ser tanto o más poderoso
que el efecto farmacológico, no solo benéficamente sino adversamente, y dependerá
de la habilidad de la persona tratante para que este efecto sea siempre
positivo.
Ejemplo:
Manuel acudió al Puesto de Salud porque sufría de dolores de cabeza y
cansancio. Luego de examinarlo y descartar otras enfermedades, el sanitario le
indico vitaminas y técnicas de relajación. El sanitario le aseguro que las
vitaminas le curarían. Al día siguiente de iniciado el tratamiento Manuel se
sentía mucho mejor y al tercer día desapareció su dolor de cabeza.
Este ejemplo nos muestra claramente el efecto placebo, en este caso, de las
vitaminas, las cuales no tienen ningún efecto farmacológico en el problema de
Manuel.
Sin embargo, aunque se pueden obtener resultados positivos, no se
recomienda utilizar medicamentos únicamente como placebos pues implican un
gasto económico inútil y podrían ser dañinos. Es pues responsabilidad del
Técnico Sanitario, saber balancear el efecto farmacológico y el efecto placebo
a fin de obtener los mejores resultados.
Recuerda:
Efecto final del medicamento = Efecto farmacológico +
Efecto placebo.
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