Autora: Paula Maestro Lorente

El objetivo principal de la radioterapia en el cáncer de mama es utilizar las radiaciones ionizantes e irradiar el volumen mamario prescrito y a la dosis recomendada como tratamiento complementario; pero es igualmente esencial irradiar a la mínima dosis los tejidos sanos vecinos, especialmente pulmones y corazón, si bien, cada vez se estudia mejor esa toxicidad, donde los biomarcadores juegan un importante papel (1) . 

Los volúmenes diseñados en las mamas se tratan de aéreas  móviles, es decir, varían su posición a medida que la paciente va respirando. En los tratamientos convencionales, esto obliga a ampliar el campo de irradiación, ya que, si no se hiciera, habría momentos en los que el volumen mamario no se irradiaría de manera completa por el movimiento respiratorio de la paciente. Esto implica también una mayor lesión del tejido sano que circunda como son el pulmón ipsilateral y el corazón en el caso de la mama izquierda. 

En la actualidad se ha ido mejorado el tratamiento ya clásico (2) con radioterapia para este tipo de irradiaciones mamarias, la inspiración forzada. Esta técnica está basada en detectar los movimientos respiratorios de la paciente para “perseguir” el área diseñada. Se realizan dos tomografías axiales computarizadas para planificar el tratamiento, uno donde la paciente respira de manera normal, y otro que permite fijar el área y los demás órganos en un momento determinado del ciclo respiratorio, normalmente en la inspiración. El objetivo es separar la zona de tratamiento del pulmón y el corazón aumentado la distancia al área irradiada al elevar la caja torácica(3). 

El tratamiento se basará en irradiar únicamente mientras la paciente se encuentra haciendo una apnea en el momento de la inspiración, guiado por un sistema informático que le permite ver a la propia paciente y al equipo asistencial cuánta cantidad de aire tiene que inspirar para encontrarse anatómicamente igual que el día del TAC de planificación. 
Esta detección se realiza con haces de luz infrarroja situados en el techo y que detectan el contorno de la caja torácica, el volumen inspirado (siempre el mismo) y la situación de mantenimiento en apnea. Para optimizar en precisión y seguridad, si se alteran alguno de estos parámetros el tratamiento se detiene automáticamente.

Esta técnica permite que la dosis de radiación que el pulmón y el corazón reciben por la cercanía al campo de tratamiento sea menor o incluso inexistente. Los inconvenientes que encontramos es que no todas las máquinas de radioterapia son válidas para realizar este tipo de técnica, se ha de disponer de equipos específicos para ello. Además, la paciente tiene que ser capaz de reproducir y mantener la apnea realizada el día de la planificación. 

Recordemos que los posibles efectos adversos a corto y medio plazo a nivel pulmonar pueden pasar por una neumonitis o una pericarditis en la irradiación cardiaca. El equipo de enfermería es el encargado de informar y controlar los efectos secundarios del tratamiento. Para ello es importante realizar una buena educación sanitaria sobre los cuidados antes, durante, y después de la irradiación. 
Es importante recordar que los efectos secundarios aparecerán en la piel, una moderada inflamación de tejido mamario, disfagia leve en irradiación de áreas ganglionares supraclaviculares de la mama irradiada, etc. Pero en esta técnica en especial, además se añade una importante labor de comunicación y educación sanitaria.

La primera visita en que enfermería se reúne con la paciente es el día de la planificación, donde se realiza la acogida enfermera, se informa de los cuidados pretratamiento, y es clave la información del por qué de la técnica propuesta para aumentar su adherencia y colaboración con la resolución de dudas. 

Una de las visitas básicas, es el día del inicio de la terapia, donde ya se saben todos los detalles sobre el tratamiento, como la dosis, tejido irradiado y número de sesiones. Es el momento  donde se intenta reproducir la situación anatómica del día del TAC y la fisiológica (ciclo respiratorio y apnea). 
Posteriormente se programan controles de seguimiento médico y enfermería, de manera que cada semana el paciente será controlado por uno de los dos profesionales. Se trata de hacer del tratamiento una situación cómoda y llevadera, resolviendo todas las dudas, escuchando la situación de cada paciente e individualizando y personalizando las visitas. 

(1) Gkantaifi A, Papadopoulos C, Spyropoulou D, Toumpourleka M, Iliadis G, Kardamakis D, et al. Breast Radiotherapy and Early Adverse Cardiac Effects. The Role of Serum Biomarkers and Strain Echocardiography. Anticancer Res 2019 Apr;39(4):1667-1673.
(2) Castaneda SA, Strasser J. Updates in the Treatment of Breast Cancer with Radiotherapy. Surg Oncol Clin N Am 2017 07;26(3):371-382.
(3) Kaidar-Person O, Zagar TM, Oldan JD, Matney J, Jones EL, Das S, et al. Early cardiac perfusion defects after left-sided radiation therapy for breast cancer: is there a volume response? Breast Cancer Res Treat 2017 Jul;164(2):253-262

Fuente: Sociedad Española de Revista Ontológica 

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