PROCEDIMIENTO:
1. Conocer la historia del paciente.
2. Conseguir cierta privacidad.
3. Informar y explicar al paciente el procedimiento y su propósito.
4. Asegurar el máximo confort del paciente.
5. Colocar la cabecera de la cama entre 45º y 90º.
6. Pedir la colaboración del paciente. Si no coopera colocarle en decúbito lateral o simplemente flexionarle la cabeza.
7. Lavarse las manos y colocarse guantes limpios.
8. Retirar prótesis dentarias, limpiar boca y conductos nasales.
9. Colocación de guantes estériles. Comprobación del buen estado de la sonda.
10. Medir la longitud y señalar (distancia desde la punta de la nariz al lóbulo de la oreja y de ahí al apéndice xifoides).
11. Lubricar los primeros 4 cm de la sonda.
12. Introducir la sonda por la fosa nasal hasta alcanzar la hipofaringe.
13. Si el paciente colabora indicarle que realice movimientos de deglución para facilitar el paso de la sonda.
14. Introducir la sonda hasta la marca tomada como referencia previamente.
15. Inspeccionar la faringe para comprobar que la sonda esta recta y no se ha enrollado.
16. Verificar el emplazamiento de la sonda. La colocación accidental de la sonda en traquea produce tos o ahogo en pacientes despiertos y cianosis en pacientes inconscientes.
17. Aspirar con jeringa para comprobar la presencia de contenido gástrico.
18. Insuflar aire con una jeringa auscultando al mismo tiempo los ruidos gástricos con el fonendoscopio.
19. Limpiar y secar la piel de la nariz.
20. Fijar la sonda.
21. En caso de tener que administrar N.E. dejar transcurrir 1 ó 2 horas antes de comenzar la infusión de la dieta, para que se reduzca la sensación de cuerpo extraño en la faringe y los reflejos nauseosos.
22. Retirar el material y lavarse las manos.
23. Cumplimentar registros.
MANTENIMIENTO:
Diariamente debemos de realizar una serie de comprobaciones y cuidados:
1. Comprobar la correcta situación de la sonda. La marca correspondiente al orificio nasal debe estar en su sitio. Atención a la desinserción por tracción accidental.
2. Comprobar si hay movilización por vómitos o por antiperístasis.
3. Comprobar la permeabilidad. En caso de duda lavar con suero o agua. Si se administra alimentación intermitente lavar después de cada toma. Así se evitará la obstrucción por depósitos de la dieta.
4. Comprobar la presencia de perístasis y buen vaciamiento gástrico.
5. Limpieza de la fosa nasal libre y de la cavidad bucal.
PERIÓDICAMENTE:
1. Rotar ligeramente la sonda y cambiar la fijación en prevención de ulceras o posibles lesiones.
2. Vigilar la integridad de la sonda. Si el material se endurece o degrada cambio de la misma. Se remienda el cambio de sonda nasogástrica cada 15 días, alternando el orificio nasal (salvo orden medica en contra).
3. Precaución en pacientes intubados o traqueomizados de no perforar el balón del tubo o cánula endotraqueal al colocar la sonda.
Fuente: Hospital “Verge dels Lliris” ALCOI (Revisado en noviembre de 2002)
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