Si
pretendemos ofrecer unos cuidados integrales al ser humano, es preciso
determinar las necesidades biológicas, psicológicas y sociales que debe cubrir
para mantener su homeostasis física, psíquica y su adaptación al medio social.
Independientemente
de que la persona atendida goce de buena salud o padezca de una enfermedad, la
enfermera ha de tener presente que invariablemente el hombre necesita alimentarse,
respirar, albergue, prendas de vestir, muestras de afecto... admitidas sin
discusión las necesidades identificadas y definidas por médicos, sociólogos,
filósofos, etc. Estas han sido objeto de muchos análisis por psicólogos que
querían descubrir las motivaciones primarias que fundamentan la conducta humana
y por los estudiosos en el campo de la salud para tratar de descubrir los
factores que causan problemas desanidad. En un principio, las necesidades se
clasificaban en atención a un origen psicológico o fisiológico o bien
proveniente del medio externo o interno.Una de las teorías sobre motivación
humana más utilizada por Enfermería en la actualidad, para fundamentar
este concepto se debe a Maslow (10).
Este psicólogo realiza una clasificación de
las necesidades humanas
en orden de prioridades, estableciendo una jerarquía entre las mismas, de las
más básicas a las más complejas, de tal forma que no puede alcanzarse un
determinado nivel si antes no se han satisfecho las anteriores de la jerarquía.
Sugiere
cinco categorías básicas de las necesidades humanas ordenadas en prioridades:
Fisiológicas, seguridad y protección, afecto y sentimiento de pertenencia,
estimación o aprecio y autorrealización.
En la
forma en que el hombre recupera el equilibrio intervienen una serie de factores
condicionantes como: edad, sexo, cultura, educación, filosofía de la vida,
ocupación, sistema social, relaciones personales.
Cada uno
de estos factores debe ser tenido en cuenta tanto en la búsqueda de pistas que
nos conduzcan al conocimiento de la necesidad como en la forma de ayudar al
hombre a recuperar la estabilidad o equilibrio alterado.
La
impresión global de las necesidades afectadas, como punto de partida de una
valoración comprensiva del paciente, es lo distintivo de la Enfermería. Esta
comprensión también puede darnos una respuesta individualizada para cada
situación. Dicho de otro modo, la comprensión de un paciente, debe ser integral
y al mismo tiempo individualizada.
9) ALBERDI y otros, Conceptos de Enfermería, Madrid: U.N.E.D. 1983 p.97.
10) La teoría de MASLOW, queda recogida en Motivación y personalidad, 2º
ed. revisada, Barcelona, ed. Sagitario y en El hombre autorrealizado, Barcelona, Ed. Kairós, 1982
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