La prevención y lucha contra las infecciones se remonta a períodos remotos, anteriores al descubrimiento de los microorganismos como agentes causales de las enfermedades infecciosas.
A mediados del siglo XIX, la sepsis (infección) postoperatoria era responsable de la muerte de la mitad de los pacientes que eran sometidos a una cirugía mayor.
En 1839 el químico Justin Von Liebig sostuvo que la sepsis era una especie de combustión causada por la exposición de los tejidos húmedos al oxígeno y por esta razón se consideraba que la mejor forma de prevenirla, era evitando que el aire entrara a las heridas, mediante emplastos y resinas.
Un cirujano británico llamado Joseph Lister no confiaba mucho en esa explicación porque el había observado esas heridas infectadas y consideraba que la sepsis de las heridas era más bien una especie de descomposición.
En 1865 Loius Pasteur sugirió que la descomposición era causada por microorganismos en el aire que al ponerse en contacto con la materia la fermentaban. Lister acogió esa teoría y reconoció que sus ideas acerca de la sepsis eran totalmente compatibles con estos microorganismos. Por esta razón consideró que los microorganismos debían ser destruidos antes de que entraran a la herida.
Lister había escuchado que existía una solución de ácido carbólico que se usaba para limpiar las aguas que bebía el ganado y que esta solución había eliminado el parásito que normalmente presentaba a los bovinos. Por esta razón decidió utilizar esta solución para tratar las heridas de sus pacientes quirúrgicos; los resultados fueron sorprendentes ya que durante 9 meses sus pacientes no presentaron infecciones.
Aunque inicialmente sus métodos fueron tratados con indeferencia e inclusive con hostilidad, en 1877 operó una fractura múltiple (que hasta entonces siempre llevaban a la muerte) sin que se presentara sepsis y desde entonces sus métodos fueron adoptados por los cirujanos de todo el mundo.
Desde ese entonces los antisépticos y desinfectantes se han desarrollado en una gran medida y hoy en día existen diversos métodos físicos y químicos para eliminar los microorganismos de los objetos inanimados y de los eres vivos.
No obstante, la infección hospitalaria sigue siendo hoy día un problema de salud pública de primer orden en todos los hospitales del mundo. Paradójicamente, no está demostrado que el nivel de desarrollo tecnológico favorezca su control. Sin embargo, aunque no puede plantearse su eliminación, sí se puede obtener una reducción considerable, si se toman medidas adecuadas para su identificación y control. Asimismo, hoy es necesario introducir en los hospitales un control de la infección hospitalaria como indicador de la calidad de la atención, así como el riesgo que puede representar para el paciente.
Por otro lado, las técnicas de asepsia y antisepsia constituyen los pilares de la prevención de la infección hospitalaria.
Antes de definir asepsia, antisepsia y desinfección es necesario conocer el concepto de infección para poder entender mejor estos conceptos.
Definición de infección: es la invasión del organismo por microorganismos patógenos que se reproducen y multiplican, causando un estado morboso por lesión celular local, secreción de una toxina o al provocar una reacción antígeno- anticuerpo en el huésped.
ASEPSIA
Definición: se considera como medio séptico cuando existen microorganismos patógenos productores de enfermedad (infección), mientras que el medio será aséptico cuando está exento de ellos. De esta manera se puede definir asepsia como la ausencia de materia séptica, es decir la falta absoluta de gérmenes.
Cuando el medio séptico quiere transformarse en aséptico, se precisa realizar una desinfección.
Si se quiere obtener un determinado medio exento de microorganismos patógenos, se podría conseguir de dos formas diferentes. Una adoptando medidas que impidan la llegada de éstos hasta ese medio. La segunda consistirá en la eliminación de los microorganismos patógenos presentes.
Entre las medidas generales de asepsia que se pueden utilizar en el hospital, se pueden citar: técnicas de aislamiento; indumentaria adecuada; cámaras de flujo laminar; desinfección; formación sanitaria del personal.
Asepsia Quirúrgica: es una intención, dado que es lo que se busca en toda cirugía, por lo tanto desde el punto de vista quirúrgico se puede definir a la asepsia como el conjunto de maniobras o procedimientos que tienden a evitar la contaminación de una herida, del instrumental, o del campo quirúrgico.
Medidas de asepsia o técnicas de barrera:
Las principales medidas de asepsia son:
· El lavado de manos:
- Higiénico médico
- Quirúrgico
· Vestimenta de aislamiento o quirúrgica:
· Gorro
· Tapabocas
· Sobretúnica
· Guantes
· Zapatones
· LAVADO DE MANOS
Es, quizás, la medida más importante y de eficacia probada para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas en las personas hospitalizadas. Una de las vías de transmisión de los microorganismos es por contacto, ya sea directo de persona a persona, o indirecto a través de objetos contaminados previamente, que posteriormente pueden contaminar al paciente.
La piel es una estructura que constituye una barrera entre el medio externo y el organismo. Impide por tanto el paso al interior del organismo de gérmenes de todo tipo. Esta barrera es física pero también existe una barrera química debida a las secreciones glandulares que tienen una acción bactericida.
La flora normal de la piel está integrada por microorganismos transitorios y permanentes. Entre los transitorios se encuentran habitualmente los estafilococos aureus y los bacilos gramnegativos. La flora permanente la forman los micrococos, estafilococos epidermidis y el propionibacterium acnes.
El jabón y el agua, por lo general, son suficientes para eliminar la flora transitoria. Sin embargo, para eliminar la flora permanente es necesario el uso de antisépticos en el lavado de manos.
Lavado higiénico médico: es el lavado de manos ordinario que se realiza al entrar y al salir del hospital (antes y después de realizar cualquier técnica). Este tipo de lavado abarca hasta las muñecas con movimientos de rotación y fricción cuando utilizamos el jabón, haciendo especial hincapié el los espacios interdigitales y las uñas. Se aclaran las manos con las puntas de los dedos hacia abajo. Todo el proceso dura aprox. 1 minuto.
Además de al entrar y al salir de hospital, el lavado higiénico medico se realizará en los siguientes casos: antes y después de lavar a los enfermos, cada vez que se tenga contacto con un paciente, siempre que se haya tocado cualquier superficie u objeto contaminado, antes y después de ir a la cafetería, cantina, etc., en todos los casos en que lo exijan las normas de aislamiento establecidas en el hospital.
Lavado quirúrgico: este lavado se realiza en los quirófanos, unidades de cuidados intensivos (UCI), unidades de diálisis, salas de parto, CTI, etc. Este lavado es más meticuloso. Debe durar unos 5 minutos aprox. Se utiliza jabón antiséptico y sepillo. Es unidireccional, o sea que se realiza desde los dedos hacia el codo y nunca se puede volver hacia atrás.
Técnica:
· Quitarse los anillos, relojes, pulseras, etc.
· Remangarse y accionar el agua normalmente con un pedal con el pié, rodilla o codo. Si hubiera que abrirlo con la mano, se hará con una toalla de papel. Tampoco se debe tocar el lavabo con el uniforme.
· Una vez abierto el grifo, enjuagar bien los brazos de arriba hacia abajo dejando resbalar el agua hasta los codos.
· Se limpian las uñas utilizando el cepillo y jabón antiséptico (clorhexidina) y después se enjabonan las manos (palma, espacios interdigitales, dorso), hasta el codo. Luego se repite en el otro miembro.
· Volvemos al miembro con el cual comenzamos el lavado, lo enjuagamos y repetimos el procedimiento anterior, pero esta vez llegando hasta el primer tercio del antebrazo que es por donde llega el guante aprox., luego enjuagamos el otro miembro y hacemos lo mismo.
· Por ultimo enjuagamos ambos miembros, y mantenemos los codos hacia abajo y las manos hacia arriba. Secarse con papel estéril de manera unidireccional, nunca volviendo hacia arriba.
· VESTIMENTA DE AISLAMIENTO Ó QUIRÚRGICA
Uso del gorro: existen gorros de tela (reutilizables) y de papel (desechables). Se utilizan principalmente en los quirófanos, en las unidades con pacientes en situación crítica (transplantados, inmunodeprimidos, etc.) y en los aislamientos estrictos. Debe cubrir todo el pelo. En el caso de tener el pelo largo, recogerlo para después cubrirlo con el gorro. Los gorros de tela llevan unas cintas que se atan en la parte posterior de la cabeza. Los de papel llevan un elástico que se ajusta al contorno de la cabeza.
Uso del tapabocas: existen de tela (reutilizables) y de papel (desechables). Se debe tener la precaución de que tape nariz y boca.
Uso de sobretúnica: pueden ser de tela (reutilizables) o de papel (desechables). Estas últimas se utilizan actualmente con menor profusión. Debe cubrir por completo el uniforme y llegar, al menos, por debajo de las rodillas. Los puños se ajustan mediante elásticos o con los guantes al ponerlos. Irá cerrada por detrás, y por delante será totalmente lisa para evitar engancharse con cualquier cosa.
Uso de guantes: existen dos tipos de guantes (de látex y de plástico), ambos desechables. Se deben utilizar, previo lavado de manos siempre que pueda haber contacto con sangre, secreciones, líquidos corporales, objetos contaminados, etc. Los de plástico son de uso rutinario en casi todas las circunstancias. Los de látex se usan en quirófanos, curas de heridas, unidades de cuidados intensivos (UCI), unidades de hemodiálisis y, en general, en aquellos casos en los cuales sea necesario el uso de la sobretúnica. Los guantes son la última prenda que se coloca después de la sobretúnica, el tapabocas, el gorro, los zapatones y por supuesto, el lavado de manos.
Uso de zapatones: se utilizan para cubrir el calzado en caso de que este haya estado en contacto con un sector contaminado. Pueden ser de tela (reutilizables) o de papel (desechables).
ANTISEPSIA Y DESINFECCIÓN
El proceso de desinfección y antisepsia previene la infección al reducir el número de organismos potencialmente infecciosos mediante su muerte, remoción o dilución.
Se definen como sustancias que inhiben o destruyen la flora bacteriana cuando se aplican en piel, heridas infectadas, instrumental y equipos quirúrgicos, equipos odontológicos, medio ambiente de las salas quirúrgicas y excretas.
Estos compuestos químicos presentan alguna toxicidad sobre gérmenes y organismos patógenos, y son responsables de algunas de las manifestaciones terapéuticas en un ser vivo.
La actividad antibacteriana está relacionada con:
· El tiempo de exposición.
· La temperatura.
· La concentración de la solución.
El mecanismo de acción depende de 3 mecanismos básicos (que a su vez dependen del grupo químico)
1. Capacidad de coagular o precipitar proteínas.
2. Alterando las características de permeabilidad celular
3. Toxicidad (envenenamiento) de los sistemas enzimáticos de las bacterias.
Definición de conceptos:
Las palabras desinfectante, antiséptico, germicida, bactericida, etc., se usan frecuentemente de manera indistinta. Aunque todos esos términos denotan compuestos con características similares, es necesario definirlos para establecer las diferencias y similitudes:
Germicida: es una sustancia que destruye microorganismos (pero no esporas). Este tipo de compuestos reciben el nombre axiomático de bactericidas, fungicidas, virucidas, amebicidas, etc., según el tipo de microorganismo sobre el cual actúen. Los Germicidas pueden ser antisépticos o desinfectantes.
Esterilizantes: son compuestos que eliminan tanto las células vegetativas como las esporas cuando son aplicados en diversos materiales durante un tiempo y a una temperatura específicos.
Agentes de Saneamiento: Son compuestos usados por las organizaciones de salud para la desifección de excretas y pantanos. Dentro de este grupo están: Fenoles, Alcalis, Hipoclorito y Aldehidos). Por ejemplo el DTT es un agente halogenado que se utiliza para la desinfección de pantanos.
Antisepsia: comprende el conjunto de métodos físicos y químicos (antisépticos) por los cuales se combate, destruye o detiene a los microorganismos causantes de las infecciones.
Antisépticos: compuesto que es capaz de inhibir o impedir el desarrollo bacteriano o de destruir a microorganismos en tejidos vivos. A diferencia de los desinfectantes que son para objetos inanimados, los antisépticos se aplican en seres vivos.
Algunos compuestos pueden usarse como desinfectantes o antisépticos según la concentración que se utilice (uno de estos compuestos es el Benzalconio de Hidrógeno).
Desinfección: es el proceso que permite destruir o inhibir parcialmente el crecimiento de microorganismos patógenos reconocidos sobre objetos inanimados (material quirúrgico, instrumental quirúrgico, ropa, suspensiones, mobiliario, etc.). La desinfección reduce el riesgo de contaminación microbiana pero no proporciona el mismo nivel de seguridad que la esterilización. Puede ser parcial o altamente efectiva dependiendo de la cantidad de microorganismos pero no necesariamente todas las formas de vida microbiana (esporas).
Desinfectantes: son sustancias usadas en objetos inanimados (como equipos y material quirúrgico) para destruir los microorganismos y prevenir infecciones. Algunos de estos compuestos se utilizan de forma diluida en tejidos (ya que a la concentración que se utilizan como desinfectantes, destruirían los tejidos).
Algunos compuestos de este grupo son el Hipoclorito, algunos Fenoles y Aldehídos.
En resumen: lo que podemos decir y sin apartarnos de lo antedicho es que se prefiere utilizar el término de antisepsia para las maniobras que se aplican sobre la piel y mucosas del paciente y manos del personal que se debe colocar guantes, y desinfección para aquellas maniobras que se aplican al mobiliario e inmobiliario del servicio de cirugía. Así también los términos de antiséptico o desinfectante se usan en forma distinta según donde se aplique, aunque la sustancia usada pudiera ser la misma, pudiendo variar la concentración de la droga para una u otra función.
Siguiendo la clasificación dada por el Centro de Control y Prevención de Atlanta (CDC):
· Desinfección de alto nivel: destruye cualquier microorganismo a excepción de algunas esporas bacterianas. Pude alcanzar la esterilización con determinados desinfectantes ante contactos prolongados. Se usa para instrumentos críticos (todo aquel que penetre en cavidades anatómicas estériles o en el torrente sanguíneo: instrumental quirúrgico, agujas, sondas, catéteres, etc.) y semicríticos (todo aquel que entre en contacto con piel no íntegra o mucosas: endoscopios, tubos endotraqueales, circuitos del respirador, mascarillas, etc.)
·
· Desinfección de nivel medio: elimina la mayoría de las bacterias vegetativas (incluyendo el bacilo de la tuberculosis), virus y hongos, pero no todas las esporas. Útil para material semicrítico y no crítico (estructuras físicas, mobiliario y objetos que contacten con piel íntegra: mesas, camilla, paredes, techos, suelos, frascos de aspiración, etc.).
·
· Desinfección de bajo nivel: no asegura la desaparición de algunas bacterias (tuberculosis), ni de todos los hongos y virus (sólo aquellos con estructura lipídica). Exclusiva para instrumentos o superficies no críticas.
El material crítico precisará siempre de esterilización, el semicrítico podrá ser esterilizado (aunque sería suficiente una desinfección de alto nivel) y el no crítico variará según el objeto y su uso.
Existen métodos físicos (calor seco, calor húmedo, luz ultravioleta, flujo laminar) y químicos (desinfectantes) de desinfección. Actualmente, estos últimos son los que tienen un uso más generalizado.
Clasificación Química de Antisépticos y Desinfectantes:
Desinfectantes de alto nivel:
ALDEHÍDOS
· Formaldehído (Formol): 2 - 8%
· Glutaraldehído:2%
Tienen una alta toxicidad y por ello hoy en día no se utilizan como antisépticos; aunque si se usan para desinfección ó esterilización de instrumentos como endoscopios, equipos de terapia respiratoria o hemodiálisis y equipo dental, que no pueden ser expuestos a altas temperaturas en un autoclave.
Estos agentes tienen un amplio espectro de actividad contra microorganismos y virus (son eficaces contra todo tipo de gérmenes). Ambos compuestos son bactericidas y bacteriostáticos; y actúan mediante la alquilación de los grupos químicos en las proteínas y los ácidos nucleicos de las bacterias, virus y hongos.
Las soluciones de Formaldehído se utilizan para la desinfección a alto nivel de hemodializadores, la preparación de vacunas y la preservación y fijación de tejidos. Este compuesto destruye a los microorganismos en un lapso de 1 - 6 horas. Se presenta tanto en forma líquida (formol) o gaseosa.
El Glutaraldehído es otro compuesto de este grupo que reemplazó al formaldehído en la desinfección que equipos en salas de cirugía. Este compuesto tiene una actividad mayor contra las esporas que el formaldehído, pero tiene una menor actividad contra el mycobacterium tuberculoso. El Glutaraldehído actúa preferentemente a un PH alcalino (7,5 - 8,5).
El tiempo de inmersión para una desinfección de alto nivel suele oscilar entre los 20-30 minutos.
Los compuestos de este grupo son sustancias muy irritantes que producen alteraciones en el tracto respiratorio, el tracto gastrointestinal, además de desencadenar conjuntivitis y alteraciones en la córnea. Inclusive se han asociado a carcinogénesis.
Tanto el Formaldehído como el Glutaraldehído son compuestos corrosivos, y por esta razón se deben manipular con guantes y tapabocas.
Otra desventaja de estas soluciones es que son muy inestables y solo duran 14 días, después de los cuales se polimerizan y se reduce su actividad microbicida.
PERÓXIDO DE HIDROGENO (Agua oxigenada)
Ha sido reconocido como germicida desde hace más de 100 años atrás. Ha sido empleado durante años para promover la limpieza y desbridamiento de las heridas. Tiene un débil efecto germicida y fácilmente se degrada a oxígeno molecular y agua. Es muy importante su estabilidad, (6-10%), lo que es muy difícil de garantizar en nuestros mercados en relación al tiempo de almacenamiento. Su acción es mecánica, las burbujas de oxígeno desprenden tejido muerto y las bolsas de bacterias ayudan a eliminarlas de la herida. Tiene inconvenientes, puede crear ampollas llenas de aire en los nuevos epitelios, separándolos del tejido subyacente. Por consiguiente, el peróxido de hidrógeno no debe utilizarse cuando la herida está adecuadamente desbridada y se está formando epitelio nuevo. Tras su aplicación, debe eliminarse de la herida con solución fisiológica. Tampoco debe emplearse en ciertas heridas profundas ni en la cavidad peritoneal, pues podría provocar un émbolo gaseoso en los capilares y vasos linfáticos. Se ha demostrado que es bactericida, virucida y fungicida. La inmersión de material limpio en una solución estabilizada al 6% proporcionaría una desinfección de alto nivel en treinta minutos. Su estabilidad no está garantizada en nuestro medio, por lo que no se la recomienda. Corroe metales como el cobre, aluminio y zinc. Debe mantenerse al abrigo de la luz.
DERIVADOS CLORADOS
Los más utilizados son los Hipocloritos, en forma líquida (hipoclorito sódico) o sólida (hipoclorito cálcico). Para que sean efectivos frente a micobacterias se requieren soluciones de 1,5%. Serán por lo tanto, desinfectantes de alto o medio nivel, según la proporción en que se usen. Siempre han de prepararse en agua y en recipientes opacos, para evitar su descomposición; son relativamente inestables y no han de mezclarse con otros detergentes como el formaldehído, derivados de amonio, etc., ya que se producen vapores irritantes y carcinogénicos.
Desinfectantes de nivel medio:
ALCOHOLES
· Etílico (solución al 70%)
· Isopropílico (solución del 60 al 90%)
Ambos compuestos actúan por precipitación o desnaturalización de las proteínas bacterianas.
Los alcoholes son compuestos útiles para:
-Gramm Positivos
-Gramm Negativos
-Bacterias vegetativas
-Mycobacterium tuberculoso
-Algunos hongos
-Algunos virus.
Además de desinfectantes son antisépticos.
Se combina con glutaraldehido, fenoles y otros compuestos para potenciar su efecto antimicrobiano.
Por su volatilidad puede reducir la tensión superficial de las membranas celulares bacterianas
No es efectivo para eliminar las esporas bacterianas y por esta razón no se utilizan como esterilizantes.
El alcohol isopropílico se usa en la elaboración de desinfectantes, cosméticos y medicamentos. Este alcohol tiene mayor capacidad antibacteriana que el etílico.
La simple limpieza de la piel con alcohol es mejor que con la ciclohexidina o el yodo. Por esta razón es común que estos compuestos se mezclen con el alcohol (como sucede con el alcohol yodado, que contiene alcohol etílico).
Los alcoholes pueden dañar el tejido corneal, nasal y resequedad de piel, si se aplican directamente sobre ellos.
Este grupo no posee todas las cualidades de un desinfectante ideal puesto que:
- el rango de acción no es muy extenso
- destruye las células vegetativas a 30 grados centígrados.
- se volatiliza fácilmente
- tóxico cuando se ingiere
Los alcoholes son inflamables y por ello deben ser almacenados en sitios frescos y bien ventilados. Así
mismo se deben dejar evaporar completamente si se van a usar en electrocirugía o cirugía con láser.
FENOLES
· Fenol (1 - 2 %)
· Hexaclorofeno (2.5 %)
· Clorhexidina (4.5 %)
Estos fueron los primeros antisépticos que se utilizaron en la historia moderna de la humanidad. A finales del siglo XIX Lister comenzó a utilizar compuestos fenólicos para desinfectar y prevenir infecciones en las salas de cirugía.
Los compuestos fenólicos rompen las paredes y membranas celulares, precipitan las proteínas e inactivan las enzimas. Son bactericidas (incluyendo las micobacterias), fungicidas y capaces de inactivar los virus lipofílicos. Sin embargo no son útiles para eliminar las esporas.
El fenol como tal no se utiliza mas como antiséptico por se efecto corrosivo sobre los tejidos (El fenol a una concentración del 2% tiene la capacidad de destruir los tejidos), su toxicidad y su efecto carcinogénico.
Esos efectos adversos se han disminuido en sus derivados tales como el Hexaclorofeno. Combinaciones de derivados fenólicos se usan frecuentemente en cremas, jabones y pastas dentales.
El Fenol ha sido sustituido por sus derivados como los Cresoles, para la desinfección del medio ambiente, especialmente es hospitales y laboratorios donde se usan para desinfección de pisos, camas, mostradores, etc. No se recomienda para sitios donde haya recién nacidos ya que produce hiperbilirrubinemia.
El Hexaclorofeno se ha usado como desinfectante para uso en piel, sin embargo se ha asociado a edema cerebral y convulsiones en niños prematuros y ocasionalmente en adultos. Este compuesto forma una película en la piel con el uso continuado.
Los compuestos fenólicos se degradan en presencia de materia orgánica y por esta razón es común encontrar preparaciones que contienen detergentes para eliminar este material orgánico. Aunque la acción desinfectante de los fenoles es antagonizada por los jabones.
Estas sustancias se utilizan en cirugía como desinfectantes.
Los compuestos fenólicos no eliminan a: Pseudomona y Serratia
Clorhexidina:
· Se utiliza en forma de jabón (gluconato de clorhexidina)
· La clorhexidina es una clorofenilguanina
· Actúa como un surfactante catiónico
· Tiene un amplio espectro antimicrobiano
· Su mecanismo de acción consiste en romper la membrana citoplasmática, principalmente en gérmenes Gramm(-)
· Inhibe la formación de esporas bacterianas y destruye a los microorganismos a temperaturas elevadas
· Pierde actividad en presencia de materia orgánica (como sangre y proteínas)
· La ventaja de éste antiséptico es una importante acción residual sobre la piel (entre 3 y 6 horas).
· Se recomienda para el baño de pacientes y para el lavado de manos.
· No se lo debe usar para desinfección de elementos o superficies, puesto que se inactiva en presencia de materia orgánica y materiales como corcho, algodón o goma.
Desinfectantes de bajo nivel:
DERIVADOS DEL AMONIO CUATERNARIO
Estos poseen cualidades detergentes; son utilizados en productos desinfectantes- detergentes para la limpieza ambiental, aunque su uso se encuentra limitado debido a sus propiedades corrosivas. Además se pueden inactivar frente a la presencia de material orgánico como sangre o heces. Se habla de tres generaciones de derivados del amonio: primera, cloruro de benzalconio; segunda, cloruro de etilbenzilo; y tercera, cloruro de dimetil dodecil amonio, variando en la estabilidad y eficacia del producto frente a factores como: dureza del agua, presencia de jabón, residuos aniónicos, etc.
COMPUESTOS YODADOS
Los compuestos yodados y yodóforos (yodo mezclado con un detergente) son excelentes antisépticos y se utilizan mucho en la antisepsia preoperatoria del campo quirúrgico, así como también en el cepillado de manos y brazos del equipo quirúrgico. Estos agentes no irritan la piel cuando se utilizan en la forma indicada. El más conocido es la yodo-povidona.
Yodo-povidona: Es un Yodóforo que resulta de la combinación de iodo con un agente solubilizador (PVP o povidona) que mantiene la eficacia germicida del iodo y resulta en un antiséptico relativamente libre de toxicidad e irritación. Está disponible en forma de solución jabonosa y como solución tópica. Esta forma de Yodo no irrita ni mancha y ha sido ampliamente aceptada en los últimos años para una gran variedad de aplicaciones preventivas, de limpieza (solución jabonosa para lavado de manos y baño previo prequirúrgico) y terapéuticas, incluyendo su uso en curación de heridas. La más comúnmente empleada es la solución al 10%. Hay otros compuestos que están sometidos a investigación. Se cree que es microbicida, no meramente bactericida, lo que significa que además de las bacterias Gram (+) y Gram (-), eliminan virus, hongos, protozoos y levaduras. Se recomienda usarla sin diluir. Las soluciones jabonosas son desinfectantes de nivel intermedio y bajo, pudiéndoselas usar en materiales semicríticos y no críticos.
Alcohol Yodado: Es una combinación de iodo con alcohol al 70%. Se debe utilizar en concentraciones al 2%. Actúa sobre bacterias Gram (+), Gram (-), Mycobacterium tuberculosis y hongos. Se lo utiliza como antiséptico de elección para la preparación de la zona operatoria de la piel. Debe mantenerse en recipientes opacos y tapados para evitar que por evaporación se alteren las concentraciones iniciales con que el producto llega proveniente de la farmacia del hospital.
COMPUESTOS MERCURIALES
Son antisépticos que inactivan rápidamente en presencia de proteínas. Se requieren altas concentraciones de mercuriales para alcanzar un efecto bactericida: son desinfectantes de bajo nivel y prácticamente no cumplen ningún rol en las estrategias modernas de desinfección. Usado sobre materiales o superficies debe recordarse que corroe los metales.
Factores que afectan la potencia de un desinfectante:
· concentración del agente y tiempo de actuación
· pH
· temperatura
· naturaleza del microorganismo y otros factores asociados a la población microbiana
· presencia de materiales extraños
Me parece muy interesante lo que aqui publican ya que es una de las técnicas mas usadas en nuestra profesión para cualquier procedimiento incluyendo el área quirúrgica pues es muy importante para tener un mejor resultado a realizar algún tipo de cirugía las enfermeras somos las principales promotoras de esta técnica, (asepsia y antisepsia) gracias por esta información que nos servirá de mucho
ResponderEliminarq onda....
ResponderEliminarexcelente informacion nos sirve de mucho para el personal de salud gracias por publicar cosas buenas...
ResponderEliminargracias por la informacion esta muy buena la pagina .graccias
ResponderEliminarLA INFORMACION ESTA MUY BIEN ORGANIZADA Y FACIL DE ENTENDER NOS AYUDA MUCHO A LOS ESTUDIANTES QUE INICIAMOS CON NUESTRA PREPARACION EN EL AREA DE SALUD.GRACIAS
ResponderEliminarMuy interesante
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