En el informe se señala que el gasto mundial en salud mental sigue siendo muy escaso. Representa menos de US$ 2 por habitante y año en los países de ingresos bajos y medianos y más de US$ 50 en los países de ingresos altos. La mayor parte del gasto corresponde a hospitales psiquiátricos, en los que se presta atención a una pequeña proporción de las personas que lo necesitan. Los países de ingresos altos siguen teniendo un número mucho mayor de camas en hospitales psiquiátricos y tasas de hospitalización más elevadas que los países de ingresos bajos, concretamente casi 42 camas y 142 hospitalizaciones por cada 100 000 habitantes.
La impartición de formación sobre salud mental al personal de atención primaria es esencial para reforzar su capacidad de reconocer y tratar a las personas con trastornos mentales graves y comunes. Desde 2011, el número de enfermeros de salud mental ha aumentado en un 35%, pero sigue habiendo escasez en todas las disciplinas, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos.
Según el Atlas, los países están avanzando en la elaboración de políticas, planes y leyes sobre salud mental, que constituyen los cimientos de una buena gobernanza y del desarrollo de los servicios. Dos tercios de los países cuentan con una política o plan, y la mitad dispone de una ley específica sobre salud mental. Sin embargo, la mayoría de las políticas y leyes no están plenamente en consonancia con los pactos internacionales de derechos humanos, su aplicación es deficiente, y las personas con trastornos mentales y sus familiares solo participan de manera marginal en su elaboración.
En 2013, la OMS puso en marcha el Plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020, que tiene cuatro objetivos: reforzar el liderazgo y la gobernanza en el ámbito de la salud mental; prestar servicios integrales de salud mental y asistencia social en entornos comunitarios; poner en práctica estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud mental; y fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones.
En el Atlas de Salud Mental de la OMS se proporcionan los datos de referencia para medir los progresos hacia la consecución de las metas del plan de acción. La edición de 2014 es la cuarta y la más reciente, y contiene información sobre la disponibilidad de los servicios y recursos de salud mental en todo el mundo, incluidas las asignaciones financieras, los recursos humanos y los establecimientos especializados en salud mental de 172 países.
En el Plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020 se establecen las siguientes metas y se proporcionan los siguientes valores iniciales relativos a 2013:
- El 80% de los países habrán elaborado o actualizado sus políticas o planes de salud mental en consonancia con los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos de aquí a 2020.- Valor inicial: 45% de todos los Estados Miembros de la OMS
- El 50% de los países habrán elaborado o actualizado sus leyes de salud mental en consonancia con los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos de aquí a 2020.- Valor inicial: 34% de todos los Estados Miembros de la OMS
- La cobertura de los servicios de atención de los trastornos mentales graves habrá aumentado en un 20% de aquí a 2020.- Valor inicial: todavía no se puede calcular a partir de los datos del Atlas 2014
- El 80% de los países habrán puesto en marcha al menos dos programas nacionales multisectoriales de promoción y prevención en el ámbito de la salud mental de aquí a 2020.- Valor inicial: 41% de todos los Estados Miembros de la OMS
- La tasa de suicidio en los países se reducirá en un 10%.- Valor inicial: 11,4 por cada 100 000 habitantes
- El 80% de los países recopilarán y comunicarán sistemáticamente cada dos años al menos un conjunto básico de indicadores sobre salud mental a través de sus sistemas nacionales de información sanitaria y social de aquí a 2020.- Valor inicial: 33% de todos los Estados Miembros de la OMS
Fuente: Los valores iniciales provienen del Atlas de Salud Mental de la OMS 2014.