jueves, 15 de agosto de 2013

Examen de gabinete en pacientes neurológicos (Parte 1)


Examen, laboratorio, rayos X, electrocardiograma, enfermería, salud.

A menudo se toman radiografías del tórax y el cráneo del paciente como parte de un estudio neurológico. Las radiografías pueden usarse para ver cualquier parte del cuerpo, como una articulación o sistema importante de órganos. En una radiografía convencional, un técnico pasa una ráfaga concentrada de una dosis baja de radiación ionizada a través del cuerpo y hacia una placa fotográfica. Ya que el calcio de los huesos absorbe los rayos X más fácilmente que el tejido blando o el músculo, la estructura ósea aparece blanca en la película. Cualquier desalineación o fractura puede verse en minutos. Las masas de tejido como ligamentos lesionados o un disco saliente no son visibles en las radiografías convencionales. Este procedimiento rápido, no invasivo e indoloro generalmente se realiza en un consultorio médico o una clínica. 

La fluoroscopia es un tipo de radiografía que usa un haz continuo o pulsado de radiación con dosis bajas para producir imágenes continuas de una parte del cuerpo en movimiento. El fluoroscopio (tubo de rayos X) se enfoca sobre el área de interés y las imágenes se graban en vídeo o se envían a un monitor para verlas. Puede usarse un medio de contraste para realzar las imágenes. La fluoroscopia puede usarse para evaluar el flujo de sangre por las arterias. 

La electromiografía, o EMG, se usa para diagnosticar disfunciones musculares y nerviosas y enfermedades de la médula espinal. Registra la actividad eléctrica cerebral y de la médula espinal hasta una raíz nerviosa periférica (encontrada en los brazos y piernas) que controla los músculos durante la contracción y en reposo. 

Durante una EMG, se insertan electrodos de alambre muy finos en un músculo para evaluar los cambios en el voltaje eléctrico que se producen durante el movimiento y cuando el músculo está en reposo. Los electrodos están unidos por una serie de alambres a un instrumento de registro. Las pruebas generalmente se realizan en un centro de pruebas y duran alrededor de una hora pero pueden durar más, dependiendo del número de músculos y nervios a ser estudiados. La mayoría de los pacientes encuentra que esta prueba es algo incómoda. 

Generalmente se hace una EMG junto con una prueba de velocidad de conducción nerviosa (VCN), que mide la energía eléctrica evaluando la habilidad del nervio para enviar una señal. Esta prueba de dos partes se realiza más comúnmente en un hospital. Un técnico pega dos juegos de electrodos planos en la piel sobre los músculos. El primer juego de electrodos se usa para enviar pequeños pulsos de electricidad (similares a la sensación de electricidad estática) para estimular el nervio que dirige un músculo en particular. El segundo juego de electrodos transmite la señal eléctrica de respuesta a una grabadora. Luego el médico revisa la respuesta para verificar el daño nervioso o la enfermedad muscular. Puede pedirse a los pacientes que se están preparando para hacer una prueba de EMG o VCN que eviten la cafeína y que no fumen durante 2 a 3 horas antes de la prueba, al igual que evitar la aspirina y los medicamentos antiinflamatorios no esteroides durante 24 horas antes de la EMG. No existe molestia o riesgo alguno asociado con esta prueba. 

Implicaciones para la enfermera.- Cuéntele al paciente que hay una molestia cuando se insertan los electrodos. Revise con el médico los medicamentos que deben suspenderse; los relajantes musculares, colinérgicos y anticolinergicos pueden alterar los resultados .No hay restricciones de alimentos o de líquidos. Valorar signos vitales cada 15 min. por 1 hrs. Y cada 30 min. cada 2hrs., después cada 4 hrs. Hasta estabilizar.

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