DEFINICIÓN

Las funciones vitales son la circulación y la respiración debido a que con la ausencia de una de ellas, durante un periodo de tiempo superior a cinco minutos, se produce la muerte de las células más sensibles del organismo: las cerebrales, lo cual conduce a la muerte de la persona. Evaluaremos, entonces el estado físico del herido, partiendo de los tres aspectos clave: 

1. EL ESTADO DE CONSCIENCIA 

Valorar el estado de consciencia: 

• Si la víctima responde a nuestros estímulos (Habla, responde a nuestras preguntas, se queja, etc.) indica que está consciente. 

• Si la víctima no responde, indica que está inconsciente. En este caso pedimos ayuda sin abandonarla y comprobamos si respira. 

2. LA RESPIRACIÓN 

Comprobar la respiración: 

• Sintiendo o escuchando como sale el aire o fijándonos en el ascenso y descenso del tórax. 

• Si respira, valorar la circulación. 

• Si no respira, realizamos la maniobra de "apertura de las vías aéreas". 

• Muchas veces con estos procedimientos se restaura la respiración espontáneamente. 

• Si es así, colocarlo en posición lateral estable y de seguridad (P.L.S.). 

• Si el accidentado no respira, comenzar inmediatamente la respiración artificial mediante la ventilación boca a boca. 

3. LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA 

Comprobar la circulación: 

• Palpando el pulso carotídeo, sólo en uno de los lados y nunca con el dedo pulgar. 

• Es importante recordar que no se pueden palpar ambas arterias carótidas a la vez pues reduciría el aporte de sangre al cerebro. 

• Si no tiene pulso, indica que su corazón ha dejado de bombear sangre, con lo que hay que iniciar inmediatamente el bombeo artificial mediante la técnica de "compresiones torácicas externas". 

POSTURA LATERAL ESTABLE Y DE SEGURIDAD 

En el caso de que el paciente respire pero exista una herida o fractura, NO LO MOVEREMOS. 

Si el lesionado está inconsciente, pero respira y no existe traumatismo, lo colocaremos en una posición de seguridad para prevenir las posibles consecuencias de un vómito. 

Esta posición es la denominada P.L.S. que significa "Posición Lateral Estable o de Seguridad": 

1. Arrodillarse junto al accidentado y flexionar en ángulo recto el brazo del accidentado más próximo al reanimador con el codo doblado y la palma de la mano hacia arriba. 

2. Flexionar la pierna del accidentado más alejada al reanimador. 

3. Girarlo suavemente hacia el reanimador tirando de la pierna flexionada y empujando del hombro simultáneamente, de forma que quede tumbado lateralmente con la cadera y rodilla dobladas en ángulo recto. 

4. Extender la cabeza hacia atrás y colocar la mano del paciente que queda arriba con el dorso de la misma bajo la mejilla, para mantener la extensión de la cabeza. 

5. Seguiremos a su lado vigilando sus signos vitales hasta que llegue la ayuda solicitada. 

Fuente: Manual de Primeros Auxilios
SERVICIO DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES U.R.

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