Introducción
En esta etapa el objetivo general de la asistencia de enfermería, está enfocada a facilitar la intervención quirúrgica para que transcurra en forma exitosa, sin incidentes y procurando la seguridad del paciente durante su estancia en el quirófano.
Ingreso del paciente al quirófano
Es importante tomar en cuenta la primera impresión del paciente al llegar al quirófano, por lo que es necesario un saludo cordial y la presentación del personal que intervendrá en el acto quirúrgico, en una forma breve, tratando de provocar en el paciente un ambiente de tranquilidad y seguridad. En el caso del paciente pediátrico, brindar el apoyo emocional de acuerdo a la edad del paciente, sin olvidar a los padres del niño. Es necesario informar al paciente y a sus familiares sobre el tiempo estimado de la intervención quirúrgica. Tomar en cuenta factores inherentes a la cirugía, por ejemplo, madre primigesta con producto valioso, paciente oncológico, paciente de amputación, paciente aprensivo que requieren de un trato especial.
NOTA
  • No olvidar llamar al paciente por su nombre; es una forma de preidentificación del paciente, además influye para demostrar confianza y respeto.
Identificación del paciente La identificación del paciente es esencial, debe realizarse con sumo cuidado y prevenir problemas graves (se han presentado casos que se han puesto en la mesa de operaciones al paciente equivocado) para evitar equivocaciones se debe corroborar:
a) Preguntar directamente al paciente su nombre.
b) Checar datos en el brazalete de identificación.
c) Revisión del expediente clínico y verificar resultados de exámenes de laboratorio y radiológicos.
d) Checar lista de verificación pre-operatoria.
e) Conformar la técnica quirúrgica que se le va a realizar.
f) Trasladar al paciente a la sala de operaciones y verificar que sea la que le corresponde según la programación.
Sedación
El paciente permanece consciente, somnoliento, adormilado, los reflejos permanecen intactos o con una depresión mínima. La sedación consciente también se denomina anestésico monitoreado, este tipo de anestesia generalmente se administra por vía intravenosa y ocasionalmente por vía intramuscular. Para que la sedación consciente sea efectiva debe cubrir los siguientes requisitos:
  • Disminuir la ansiedad y el miedo del paciente.
  • Mantener el estado de conciencia del paciente.
  • Mantener la elevación del umbral del dolor, aumentar la tolerancia al dolor del paciente.
  • Mantener los signos vitales relativamente estables.
  • Mantener un nivel deseado de amnesia.
Anestesia Anestesia significa ausencia de dolor (an significa sin, y estesia, conciencia o sensación). Los objetivos son producir analgesia, sedación o relajación muscular, estos efectos se provocan en forma aislada o combinada según el procedimiento quirúrgico que se va a realizar al paciente, así como para controlar el sistema nervioso autónomo. Las técnicas de anestesia que se realizan y los fármacos que se utilizan son los siguientes:
Anestesia general
Se define como un estado de pérdida de conocimiento con anulación de la sensación dolorosa en todo el cuerpo, inducida por fármacos y recuperable tras la suspensión de los mismos. Este estado reversible proporciona analgesia, relajación muscular y sedación. Existe pérdida completa del conocimiento, no susceptible a despertar. Hay pérdida parcial o (con mayor frecuencia) completa de los reflejos. Para su estudio se divide en cuatro etapas:
Inducción
Inicia con la administración de un fármaco inductor, éstos también se pueden utilizar para el mantenimiento. Los dos grupos que se utilizan para inducción son los anestésicos inhalados y anestésicos intravenosos (los cuales ya se mencionaron con anterioridad) éstos acompañados de un relajante muscular.
Excitación En esta fase de la anestesia el paciente delira y es sensible a estímulos externos, observándose actividad muscular involuntaria.
Mantenimiento (plano quirúrgico u operatorio)
En esta fase el paciente se encuentra relajado, sin conciencia del dolor y fisiológicamente estable. La respiración es regular y automática. Si en esta fase se lleva la anestesia a niveles más profundos puede producirse paro cardiorrespiratorio.
Despertar y vigilancia post-anestésica
En esta fase el paciente debe despertar con suficiente fuerza, se retira el tubo endotraqueal, se debe tener en cuenta que si el nivel de conciencia es bajo puede producirse depresión respiratoria. Este efecto se antagoniza con naloxona.
Anestesia local o de conducción
La aplicación de la anestesia local actúa anulando la sensibilidad dolorosa de una zona determinada, ya sea sobre un solo nervio, un grupo de nervios o sobre las terminaciones nerviosas superficiales, las cuales mencionaremos a continuación, junto con los anestésicos y técnicas de aplicación:
Anestésicos
Procaína: Es un anestésico de acción muy breve, alrededor de una hora. Entre los de acción corta también se encuentra la cloroprocaína.
Lidocaína al 1 y 2%: Con epinefrina y sin epinefrina tiene una duración intermedia, se utiliza en infiltración, anestesia espinal y epidural y bloqueo de nervios. Entre éstos se clasifica también la Mepivacaína.
Bupivacaína: Su acción es más prolongada (seis horas) se utiliza en bloqueos espinal, epidural y de nervios. Clasificado como de acción prolongada también se encuentra la tetracaína.
Técnicas de aplicación
Infiltración local: Durante este procedimiento se inyecta dentro de los tejidos en los que el cirujano realizará la incisión, la cual puede llevarse a planos profundos, siempre y cuando el procedimiento no sea extenso. Se debe tener en cuenta que las altas concentraciones de los anestésicos locales son tóxicos. En ocasiones se utiliza con epinefrina (combinada), cuando el área a anestesiar es muy vascularizada, por el efecto vasoconstrictor.
Bloqueo nervioso: En esta técnica se inyecta un anestésico local (Pisacaína®) en el nervio o grupo de nervios, en su interior y en torno de él, con el propósito de producir anestesia. Es común que se utilice en cirugía de mano y en tratamientos de neuralgias (del trigémino).
Anestesia epidural: En la técnica epidural el anestésico se introduce en el espacio peridural de la médula espinal bloqueando las raíces nerviosas. Este tipo de anestesia se aplica preferentemente en intervenciones quirúrgicas obstétricas y algunas cirugías abdominales, y para mantener la analgesia en el post-operatorio. La técnica es por medio de una punción lumbar y aplicación de un catéter. Es recomendable utilizar agujas desechables, las cuales cuentan con marcas de 1 cm de distancia entre una y otra, empuñadura adecuada para una inserción segura y con el mínimo riesgo de perforación dural con inserción fácil del catéter. Existe el set completo para anestesia epidural y analgesia continua que incluye agujas hipodérmicas (G-25, 21, 18), jeringas (2, 10, 20 ml.), aguja epidural con bisel tuohy y catéter epidural. El uso de material desechable es garantía de seguridad y mayor éxito en la administración de la anestesia epidural, tomando en cuenta que con materiales reusables puede haber la posibilidad de que no exista la confiabilidad de su esterilización.
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Anestesia caudal: La anestesia caudal es una forma de anestesia epidural, se realiza en el conducto caudal, sobre el sacro, se utiliza en intervenciones obstétricas y procedimientos realizados en periné.
Anestesia raquídea: En la anestesia raquídea o bloqueo subaracnoideo, se introduce el anestésico a nivel del cuarto o quinto espacio intervertebral lumbar, el cual se mezcla con el líquido raquídeo, bloqueando las raíces nerviosas, provocando parálisis y analgesia por debajo del nivel de inyección. En cuanto al material, igual que para la anestesia epidural se recomienda el uso de agujas desechables con las ventajas ya mencionadas. Además tiene dispositivos para mantener una analgesia continua post-operatoria.
Relajantes musculares: En la mayor parte de las técnicas en que se aplica la anestesia general se emplea la relajación muscular. En la inducción a la anestesia se emplea succinilcolina, el cual es un relajante muscular de corta duración, ideal para usarse durante la intubación rápida del paciente. En el mantenimiento se utilizan relajantes NO despolarizantes, llamados curarizantes, de acción más prolongada, el de uso más común es el pancuronio y el atracurio.
Complicaciones de la anestesia general
Son poco comunes las complicaciones, sin embargo pueden variar en magnitud. Entre las menores, tenemos rotura o lesión en los dientes y traumatismo de cuerdas vocales causado por la dificultad al introducir la cánula endotraqueal. Entre las mayores puede presentarse una sobredosis del anestésico, el cual puede ser de consecuencias fatales, en este caso es importante rectificar el peso y talla del paciente.
Riesgos
Los riesgos anestésicos posibles para el paciente, dependen de los fármacos administrados, del equipo utilizado, del proceso de administración, del tratamiento de la anestesia, errores humanos y del ambiente del quirófano. El riesgo de la anestesia también está relacionado con el procedimiento quirúrgico y las condiciones de salud del paciente. Para reducir al mínimo los riesgos y complicaciones se deberán tomar medidas extraordinarias, entre las que podemos mencionar, una cuidadosa valoración pre-operatoria, medidas preventivas en cuanto a infecciones intrahospitalarias y una monitorización completa del paciente.
Efectos tóxicos de los anestésicos locales
Cuando las concentraciones sanguíneas de los anestésicos locales alcanzan niveles tóxicos, en relación al sistema nervioso central suele presentar las siguientes manifestaciones clínicas: Mareo, desvanecimiento, dificultad para la concentración mental, zumbido de oídos, dificultad en el lenguaje, fasiculaciones, temblores, convulsiones. Si la intoxicación no se maneja adecuadamente o la concentración sanguínea del anestésico no disminuye, puede producirse paro respiratorio.
Hipertermia maligna
Es una complicación anestésica que se presenta con extrema rareza, el término maligna se refiere a que el cuadro se manifiesta de manera rápida y progresiva y de no diagnosticarse con rapidez puede ser mortal. Es de origen hereditario relacionado con un metabolismo muscular anormal, cuyo aumento de temperatura se presenta de 1ºC cada 5 minutos y puede llegar hasta 46ºC. Se desconoce la fisiopatología exacta, pero tiene relación con la administración de la anestesia, en especial con halotano, pentrano y succinilcolina en pacientes susceptibles; como consecuencia de un defecto en la membrana celular muscular, dando como resultado un aumento del calcio circulante, de la tasa metabólica y de la temperatura.
Signos y síntomas: Hipertermia continua, taquicardia, taquipnea, rigidez muscular, cianosis, arritmias, piel moteada, presión arterial inestable oscurecimiento de la sangre en la herida quirúrgica.
Tratamiento: Interrupción de la anestesia y la cirugía, administración de dantroleno, enfriamiento del paciente mediante aplicación de medios físicos para bajar la hipertermia, lavado gástrico frío, entre otros.
FUENTE: Manual de procedimientos Pisa Segunda parte - Procedimientos Relacionados a Intervenciones Quirúrgicas

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